PÚBLICO & CONFIDENCIAL/Damián Prat C.
Si Globovisión y los medios independientes hubieran callado ante los 80 millones de Kg de alimentos que dejaron pudrir...
Ese podría ser el título de esta columna y por allí desarrollar los comentarios, a propósito de lo ocurrido con los socios de Globovisión, Guillermo Zuloaga y Nelson Mezerhane. Quizás si Globovisión hubiese considerado que dejar perder 80 mil toneladas de alimentos era “un errorcito” y nada más que no ameritaba ser informado ni investigado. Si los medios de comunicación independientes que no se autocensuran se hubieran prestado para tapar esa colosal pudrición. Si hubieran convenido en callar ante ese crimen contra la seguridad alimentaria y contra los dineros públicos...
Nuevo hallazgo de 220 contenedores con carne, pollo y arroz
Ese también habría podido ser el título de esta columna, dando cuenta de lo que encontraron el viernes funcionarios del Seniat en otro sector donde almacenan containers de Pdval y Mercal y se informó ayer por denuncia de dos diputadas de la comisión de Contraloría del CLEB. Explican ellas que esta vez se trata de contenedores con carne, pollo y arroz y se calcula que son unas 6.600 toneladas, es decir, unos 6 millones y medio de kilos, por lo que el total de lo descubierto hasta ahora suma 81 millones de kilos.
Rep. Dominicana devuelve comida dañada que Venezuela envió a Haití
Si los dos anteriores no eran suficientemente importantes, esta noticia habría podido ser el título de Público & Confidencial de hoy. Lo leo en el portal de noticias Código Venezuela. “Frente a Puerto Cabello se encuentra fondeado desde el viernes el buque Santa Paula de la naviera venezolana Atlas Marina (...) el buque trae de vuelta a Venezuela una carga de 51 contenedores con 30 toneladas de alimentos dañados del lote de 80 mil toneladas de Pdval (...) la carga había sido enviada por Venezuela como “ayuda humanitaria” para el desahuciado pueblo de Haití (...) las autoridades portuarias de República Dominicana, previendo una amenaza sanitaria, impidió el desembarque del Santa Paula y ordenó regresar la carga a su país de origen”. Sin comentarios.
Chávez: “Esas empresas de Guayana se chupaban toda la energía eléctrica que era para el pueblo”
Pese a la importancia de todas las anteriores, ¿cómo dejar por fuera esta frase suelta del señor presidente Chávez en el Aló, dominical vespertino y nocturno? Hablaba de unas planticas de generación distribuida que inauguraba en Güiria bajo el nombre de “plantas termoeléctricas” y como es usual se fue de tema en tema, aterrizando de pronto en Guayana. “Esas empresas de Guayana se chupaban toda la energía eléctrica que era para el pueblo. Igual que Pdvsa”.
Es decir, que la cosa es al revés. No fue que hace 50 años proyectaron construir una siderúrgica aprovechando el hierro del cerro Bolívar y el potencial de hidroelectricidad barata, confiable y no contaminante, para fabricar cabillas, planchones, perfiles, alambrón, tubos, etc., todo para el desarrollo del país, sino que Sidor, Venalum, Alcasa, Bauxilum lo que hacen es “chuparse la electricidad del pueblo”.
En esta historia al revés que reescribe Chávez, Venezuela no se ha ahorrado miles de millones de barriles de petróleo al producir energía mediante Guri para a su vez producir cabillas con las que se han construido escuelas, hospitales, casas, edificios, otras fábricas. Quizás, para no “chupar la electricidad del pueblo” habría sido preferible que aquellos gobiernos decidieran importar cabillas. Y en lugar de invertir en industrias productivas hubiesen gastado los petrodólares en traer lo que se produce y genera empleo en otros países. Como ha sido la cosa en estos 11 años. Cero inversiones, cero industrias nuevas. Expropiar, cerrar e importar.
Mezerhane: “Rodolfo Sanz me pidió comprar Globovisión”
¡Caramba! Un indignado Nelson Mezerhane, propietario principal del intervenido Banco Federal y socio minoritario de Globovisión, contaba, vía teléfono desde EE UU, las presiones recibidas por años y meses desde factores del gobierno y de pronto dijo esto: “Rodolfo Sanz me pidió comprar Globovisión con un fideicomiso y que le dieran a él y sus socios una patica”. Fueron sus palabras textuales. Y nombró a Diosdado Cabello como el asociado con Sanz. No conocemos reacciones. ¿Las habrá?
El “mundo al revés”
Por un lado, Rubén González, dirigente sindical de Ferrominera, preso tras una protesta por violaciones al contrato colectivo. Tres dirigentes sindicales de CVG con medidas cautelares y juicio abierto. 57 sidoristas con expediente y juicio “en suspenso”. Otros 11 sidoristas llevan tres años en juicio. Pero todo es mentira. Es “la burguesía”.
La OIT envía comisión a Venezuela, en un expediente lleno de denuncias sobre violaciones a derechos laborales, la carta del vicepresidente Jaua prohibiendo discutir contratos colectivos, los casos de represión antes señalados y toda clase de atropellos, pero activistas del PSUV del sector laboral organizan protesta... ¡contra Fedecámaras! por la visita de la comisión de la OIT.
Desviar la atención. Ese sí ha podido ser el título de esta columna. La culpa es de “El Niño”, del imperio, del capitalismo, de los gobiernos anteriores, de Uribe, de los trabajadores. Para desviar la atención del desastre que vive Venezuela y del que vive Guayana hay que “declarar la guerra económica” (y después decir que no lo dije), hostigar a Polar, perseguir a Globovisión, inventar nuevos insultos como el de “parásitos apátridas”, inventar la candidatura de Lorenzo Mendoza para ponerse a pelear con alguien. Todo para tapar la pudrición, la ruina y la quiebra. Todo con tal de ver si puede frenar el deslave de votos, el creciente descontento popular. Desviar la atención de la falta de viviendas, de la agobiante criminalidad, de la inflación y el fracaso de la “chavo-economía”. De la quiebra de las estatizadas. De que quienes defienden con coraje y dignidad a Polar son sus 32 mil trabajadores.
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