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Ya han transcurrido dos semanas y Villca Fernández no ha comido absolutamente nada.

Fernández, de 28 años de edad, es una de los 18 estudiantes y profesores universitarios venezolanos que están en huelga de hambre - la última de las varias huelgas de hambre que se han dado en la nación suramericana en lo que va de año.
Fernández y sus compañeros están protestando por lo que ven como la guerra del presidente Hugo Chávez contra las universidades públicas del país y la libertad de expresión que ellas albergan. Aseguran que las universidades están privadas de recursos, los profesores no reciben salarios justos y los laboratorios se están deteriorando.

"Creemos que es intencional", dijo Fernández, estudiante de ciencias políticas en la Universidad de Los Andes, en una entrevista telefónica desde Venezuela. "Chávez considera que las políticas de las universidades públicas no se ajustan a sus intereses.

Ve los puntos de vista de los estudiantes y los profesores como una amenaza, y por eso no les está dando apoyo ni recursos suficientes".

Los venezolanos están recurriendo cada vez más a la huelga de hambre como una forma de presionar al gobierno de Chávez sobre el tema de los derechos humanos, así como ara atraer atención internacional hacia otros asuntos que los preocupan. Marco Antonio Ponce, miembro de la organización de derechos humanos Provea, dijo que el grupo había contabilizado 35 huelgas de hambre en lo que va del año –en comparación con 105 en todo el 2010 y cinco en 2009, según The Associated Press.

"La población de Venezuela está recurriendo a formas más radicales de protesta pacífica", dijo Ponce

El año pasado, el agricultor Franklin Brito murió tras una prolongada huelga de hambre en protesta por la confiscación ilegal de sus tierras por parte del gobierno de Chávez.

A principios de este año, decenas de jóvenes activistas alrededor de Venezuela realizaron una huelga de hambre para llamar la atención sobre los abusos a los derechos humanos cometidos por las fuerzas gubernamentales, y para exigir que el gobierno de Chávez permita que la Organización de Estados Americanos investigue lo que consideran el encarcelamiento y la persecución de los opositores políticos.

La huelga de hambre, que llevó a varios huelguistas al hospital, obligó a Chávez a hacer algunas concesiones. Entre estas concesiones, que motivaron a los estudiantes a suspender la huelga de hambre, fue la promesa del gobierno de revisar los casos de personas encarceladas debido a su oposición política a Chávez.

Algunos observadores indicaron que las imágenes en el momento en que jóvenes manifestantes llevaban a Egipto a un punto muerto en su demanda de destitución del presidente Hosni Mubarak fueron un factor en la respuesta inusualmente benigna de Chávez a la huelga de hambre.

"Chávez está muy nervioso", declaró al Wall Street Journal Moisés Naim, analista para la Carnegie Endowment for International Peace en Washington. "Él se asustó. Por eso fue que cedió a las peticiones de los huelguistas". Generalmente, Chávez ha tratado de desacreditar a sus críticos, acusándolos de ser títeres de Estados Unidos.

El año pasado, Human Rights Watch atacó a Chávez por castigar a los venezolanos que lo criticaban. La organización tomó nota de las acciones legales contra un ex gobernador del estado de Zulia y el presidente de un canal de televisión privado - ambos acérrimos opositores del gobierno de Chávez.

"Procesar a alguien por hablar, algo intrínseco a cualquier democracia, es un precedente peligroso", escribió José Miguel Vivanco, director de Human Rights Watch para las Américas, en un comunicado del grupo. "Durante años, Chávez ha estado impulsando leyes para restringir la libertad de expresión. Ahora parece que estamos entrando en un período más oscuro en el que se está aplicanndo estas leyes draconianas".

Fernández dijo que él y sus compañeros decidieron participar en esta huelga luego de haber agotado todas las otras formas de hacer conocer su preocupación en torno a los escasos recursos de las universidades públicas.

"Por más de cuatro años hemos intentado medios diplomáticos, y el gobierno no ha respondido", dijo Fernández, quien ha participado en otras dos huelgas de hambre, en 2009 y 2010, para protestar por violaciónes de los derechos humanos. "De hecho, han tratado de callarnos. Así que la única forma de lograr que nos tomen en serio es llamar la atención internacional a la crisis de los derechos humanos que existe en nuestro país".

Alfredo Weil, un abogado conocido como el "decano de la organización y la vigilancia de elecciones" en Venezuela, declaró en entrevista telefónica desde Caracas que el gobierno de Chávez "no dialoga; sólo reacciona bajo presión."

Los opositores venezolanos dicen haber seguido de cerca y aprendido las lecciones de las estrategias de los activistas opositores del régimen de los hermanos Castro en Cuba.

Desde hace tiempo los disidentes cubanos han protagonizado huelgas de hambre para protestar contra el régimen comunista. El año pasado, un disidente encarcelado, Orlando Zapata Tamayo, murió a causa de una huelga de hambre en protesta por los abusos de los derechos humanos y las condiciones carcelarias. La muerte generó críticas en todo el mundo y centró la atención de la comunidad internacional en los presos políticos del país.

Otro disidente cubano, Guillermo Fariñas, también mantuvo una huelga de hambre en honor a Zapata, para exigir la liberación de los presos políticos. Fariñas, quien cayó gravemente enfermo durante su huelga de 140 días, logró que el gobierno cubano acordara liberar 52 presos políticos.

Activistas cubano-americanos en Estados Unidos dicen que las huelgas de hambre - utilizadas por Mohandas Gandhi para protestar contra el dominio británico en la India, y Bobby Sands en Irlanda del Norte, quien murió tras tres meses sin ingerir alimentos- son un último recurso y pueden ser contraproducentes.

"Puede ser contraproducente si no sale bien", dijo Omar López Montenegro, director de derechos humanos para la Fundación Nacional Cubano Americana en Miami. "Definitivamente es una manera de llamar la atención hacia una causa, pero también se corre el riesgo de perder credibilidad si se abandona una huelga de hambre sin obtener resultados. Y, por supuesto, el precio más alto son las consecuencias a largo plazo para la salud o la muerte."

"La huelga de hambre de Fariñas funcionó porque se produjo tras la muerte de Zapata, que avergonzó al gobierno cubano; el momento fue crucial, el gobierno se sentía vulnerable", dijo López Montenegro. "Por otra parte, Fariñas estaba demandando algo razonable, factible." Los activistas venezolanos sostienen que la orientación de los exiliados cubanos ha sido importante en su propia lucha.

"Los exiliados cubanos y venezolanos en Miami y España trabajan juntos en la lucha por la democracia en sus países de origen, apoyando los esfuerzos de cada uno de ellos", señaló Fernández. "Los exiliados cubanos tratan de asesorarnos en cuanto a cómo llamar la atención sobre las injusticias en Venezuela."

Fernández considera que los activistas de derechos humanos en Venezuela tienen que trabajar duro. Gran parte del mundo, dijo, aún no comprende la opresión que existe en Venezuela bajo Chávez.

"Queremos que el mundo sepa que no deben subestimar a Hugo Chávez –agregó-. Es uno de los pocos líderes mundiales que no ha denunciado lo que Muamar Gadafi está haciendo en Libia, la violencia contra los manifestantes que lo quieren fuera. De hecho, dijo que lo apoyaba."

"Chávez es aliado de todos los dictadores del mundo. La comunidad internacional debe tomarlo en serio; desestimarlo es peligroso para todo el mundo."

Fuente: Latino Fox News

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