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Venezuela figura en la lista de posibles países que el coronel Muamar Gadafi elegiría si decidiera huir de Libia, debido al elocuente apoyo que el presidente Hugo Chávez le ha brindado. A pesar de que el dictador libio se ha revelado como un tirano asesino dispuesto a masacrar a sus propios ciudadanos con el fin de aferrarse al poder, Chávez sigue expresando apoyo incondicional a su “amigo”. Ha manifestado que la cobertura de los acontecimientos en Libia por parte de agencias de noticias internacionales no es más que una “colosal campaña de mentiras” y que era “una gran mentira” que las fuerzas de Gadafi hubiesen matado a inocentes libios. Chávez siguió defendiendo a Gadafi incluso después de que un periodista de Telesur, una cadena de televisión estatal venezolana, informara que existía evidencia abrumadora en el sentido de que Gadafi había ordenado a sus leales masacrar ciudadanos libios.: “He conversado con chavistas moderados que no justifican lo que Chávez está haciendo”, me dijo un líder estudiantil venezolano.
Al escuchar los comentarios de Chávez resulta tentador torcer los ojos y murmurar algo acerca de cuán perturbado suena tras más de una década en el poder. Y puede que sea verdad. Podría ser tan sencillo como eso. Es la misma persona que recientemente especuló que el capitalismo podría ser responsable de la desaparición de la vida en Marte. Sin embargo, la disposición de muchos a desestimarlo por payaso ha contribuido, en parte, a mantenerlo en el poder por tanto tiempo. Puede que sea bufonesco, pero después de una década, no debería ser subestimado.
De manera, pues, que me pregunto: "¿Por qué defiende a Gadafi tan estridentemente? A medida que crece la evidencia de los crímenes cometidos por Gadafi, ¿por qué no se preocupa por el costo político interno de cuadrarse con un dictador despiadado? Si sus comentarios inquietan a muchos de sus propios partidarios, es probable que causen mayor rechazo entre otros venezolanos. ¿Entonces por qué lo hace?
Un par de explicaciones me vienen a la mente. Chávez ha creado una elaborada mitología que intenta convencer a sus compatriotas de que el “imperio” del norte está a punto de invadir Venezuela. Resulta fácil ver cómo el rol de Estados Unidos en las operaciones militares en Libia ayuda a nutrir las fantasías del mandatario venezolano de estar bajo asedio de una potencia imperial. En segundo lugar, aun cuando existe un arrollador apoyo internacional para poner fin al reinado de Gadafi, todavía hay muchos países que se oponen firmemente a cualquier papel de EEUU en Libia. A Chávez le encantaría proyectarse como el líder de cualquier camarilla anti-estadounidense.
Pero incluso esa explicación me resultaba incompleta, de manera que contacté a Maruja Tarre, ex diplomática y reconocida experta en la política venezolana. Tarre estuvo de acuerdo con mis teorías anteriores. “Chávez realmente cree que esta es la intervención del Imperio. El Imperio va tras Gadafi, y el Imperio va tras él”, dijo. No obstante, tiene otro análisis: Chávez ve en Gadafi algo de sí mismo.
Tarre tiene la particularidad de haber conocido tanto a Hugo Chávez como a Muamar Gadafi. Hace muchos años, cuando era profesora, pasó un período académico en una universidad de Bengasi donde tuvo la oportunidad de reunirse con Gadafi. También compartió con Chávez en la década de 1990, cuando lo invitó a hablar con sus estudiantes universitarios en Venezuela antes de ser elegido presidente del país.
"Chávez se considera igual al líder libio –agregó-. Gadafi era coronel. Chávez era militar. Ambos eran bastante osados cuando jóvenes. Ambos son carismáticos. Jóvenes oficiales de origen humilde que terminaron gobernando a sus países”.
Se dice que cuando Chávez estaba en el ejército, estudió y admiró el ‘Libro Verde’ de Gadafi que expone su filosofía política y sus ideas anticapitalistas. Y como líderes de sus respectivos países, esos lazos se estrecharon. "Ellos se parecen. Se ven como perseguidos y odiados por Estados Unidos. Son amigos verdaderos", asegura Tarre.
De hecho, la experta venezolana cree que Chávez siente algo de envidia por Gadafi. “Puede parecer extraño, pero a Chávez no le gusta el hecho de haber sido seleccionado a través de elecciones. Envidia el hecho de que Gadafi llegara al poder mediante la revolución. Chávez no tuvo eso”.
Lo único que Chávez sí tiene es un lugar seguro donde dormir de noche. Si Gadafi decide huir, Chávez podría ser su salvación. Después de todo, ¿para qué son los amigos?

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