La Declaración Universal de los Derechos Humanos expone en su articulo 22 lo siguiente:
Toda persona, como miembro de la sociedad, tiene derecho a la seguridad social, y a obtener, mediante el esfuerzo nacional y la cooperación internacional, habida cuenta de la organización y los recursos de cada Estado, la satisfacción de los derechos económicos, sociales y culturales, indispensables a su dignidad y al libre desarrollo de su personalidad.
Merecemos más
¿A dónde están yendo los extraordinarios ingresos petroleros que recibe Venezuela?
Desde la última semana de marzo, el precio del petróleo raya más de 100 dólares por barril. Los precios han aumentado 25% en 2011. Si nos vamos un poco más atrás, desde 1999 los precios han crecido en más de ¡1.000%!
Sólo en 2011, los ingresos petroleros adicionales de los primeros cien días del año superan los 5 millardos de dólares.
Mientras tanto, los presos en el retén de La Planta se cortan los brazos y las piernas en una medida desesperada para luchar contra las condiciones infrahumanas que sufren.
Los enfermeros recurren a la medida extrema de huelga de hambre para pedir sueldos dignos.
A las universidades autónomas se las traga la inflación, luego de cinco años sin ajustes presupuestarios.
Las carreteras y autopistas a lo largo y ancho de Venezuela parecen cráteres lunares, a pesar de los anuncios y promesas.
Como si este panorama desolador no fuera suficiente, descubrimos que nos mintieron sobre el blindaje eléctrico y el fin de la crisis. Entre cortes y apagones, la mitad de los estados del país se pregunta qué pasó con las plantas termoeléctricas que se anunciaron con bombos y platillos el año pasado.
Lo cierto es que no hay transparencia ni claridad en el uso de los recursos y lo que es más grave aún, no hay una política clara en cuanto a qué hacer con los ingresos excedentarios.
Incluso andamos pidiéndole prestado a los chinos y a varios organismos multilaterales como la Corporación Andina de Fomento (CAF), mientras, por otro lado, le regalamos nuestro petróleo a otros países. Terribles contradicciones que se traducen en pobres condiciones de vida y pocas fuentes de empleo.
Venezuela y los venezolanos merecemos más, un gobierno que gerencie con responsabilidad los recursos petroleros que corresponden a todos los venezolanos. No podemos olvidar que más de 70% de los alimentos que consumimos son importados. Se está sembrando el petróleo venezolano; lástima que la siembra la hagan en otros países…
ElNuevoCamino
Sólo en 2011, los ingresos petroleros adicionales de los primeros cien días del año superan los 5 millardos de dólares.
Mientras tanto, los presos en el retén de La Planta se cortan los brazos y las piernas en una medida desesperada para luchar contra las condiciones infrahumanas que sufren.
Los enfermeros recurren a la medida extrema de huelga de hambre para pedir sueldos dignos.
A las universidades autónomas se las traga la inflación, luego de cinco años sin ajustes presupuestarios.
Las carreteras y autopistas a lo largo y ancho de Venezuela parecen cráteres lunares, a pesar de los anuncios y promesas.
Como si este panorama desolador no fuera suficiente, descubrimos que nos mintieron sobre el blindaje eléctrico y el fin de la crisis. Entre cortes y apagones, la mitad de los estados del país se pregunta qué pasó con las plantas termoeléctricas que se anunciaron con bombos y platillos el año pasado.
Lo cierto es que no hay transparencia ni claridad en el uso de los recursos y lo que es más grave aún, no hay una política clara en cuanto a qué hacer con los ingresos excedentarios.
Incluso andamos pidiéndole prestado a los chinos y a varios organismos multilaterales como la Corporación Andina de Fomento (CAF), mientras, por otro lado, le regalamos nuestro petróleo a otros países. Terribles contradicciones que se traducen en pobres condiciones de vida y pocas fuentes de empleo.
Venezuela y los venezolanos merecemos más, un gobierno que gerencie con responsabilidad los recursos petroleros que corresponden a todos los venezolanos. No podemos olvidar que más de 70% de los alimentos que consumimos son importados. Se está sembrando el petróleo venezolano; lástima que la siembra la hagan en otros países…
ElNuevoCamino
¿Ya pagaste? Cada familia venezolana les debe a los chinos 45 millones de bolívares. Nuestro gobierno, en pleno récord de precios de petróleo alto, pidió prestado a los chinos 28 mil millones de dólares. Eso no tiene justificación. Se supone que estos recursos ya fueron invertidos en proyectos como el satélite Simón Bolívar; líneas de Metro en Caracas, Los Teques, Valencia y Maracaibo; la continuación del tren desde Cúa a La Encrucijada y la culminación de la Autopista Gran Mariscal de Ayacucho. Pero la realidad es que todas estas obras están retrasadas y paralizadas. Como siempre, la pregunta que queda es: ¿dónde fueron a parar esos reales?
por JULIO ANDRÉS BORGES y Extraido del Diario Ultimas Noticias
por JULIO ANDRÉS BORGES y Extraido del Diario Ultimas Noticias
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