La ex ministro de Comercio de Cuba, Bárbara Castillo Cuesta, es la cabeza visible del grupo de asesores cubanos vinculado a la importación de alimentos podridos, el último escándalo de corrupción, denominado con el mote “Pudreval”, que salpica al presidente de Venezuela, Hugo Chávez.
En la nomenclatura cubana, Castillo, que es cercana a Fidel Castro, ocupa el número 15 del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y fue titular de la cartera de Comercio hasta el 2006 cuando pasa a ser la secretaria ejecutiva del Centro Nacional de Balance de Alimentos, CENBAL, en Caracas, creado para la importación y distribución de alimentos en Venezuela.
Según la investigación que publica la cadena Globovisión, los asesores cubanos eran los que determinaban qué productos debía comprar el gobierno venezolano. La empresa mixta cubana-venezolana constituida se llama “Bolipuertos”.
La red de mercados “Pdval”, filial de Petróleos de Venezuela, Pdvsa, es la encargada de comercializar los productos y “Bariven”, también filial de Pdvsa, es la que ejecutaba las compras internacionales. Se manejó un presupuesto de 2.000 millones de dólares para importar alimentos.
Lo curioso del escándalo es que el canal Globovisión publica varias cartas firmadas por la ex ministra cubana Castillo dirigidas al entonces vicepresidente de Venezuela, Ramón Carrizales, y al ex presidente de Bariven, George Kabbul.
“Le estoy remitiendo (…) diferentes análisis y recomendaciones que se han realizado con relación a la necesidad de priorizar las importaciones de arroz”, dice Castillo en sus misivas fechadas en julio de 2008.“Recomendamos nuevamente que las órdenes de compra y cartas de crédito para este rubro se prioricen”.
Hace dos años, el propio Contralor General de la República, Clodosvaldo Russián, advirtió a todos los diputados de la Asamblea Nacional sobre el problema en la distribución de alimentos. Pero no hubo sanción.
Por ahora se han descubierto 122.000 toneladas de alimentos en mal estado en diferentes partes del país. El ex gobernador de Caracas, Asdrúbal Aguiar, escribió en su último artículo de Globovisión, que el Cenbal estableció que debía importar 1.751.000 toneladas de alimentos, pero Pdval sólo alcanzó a comprar y traer al país 639.000 toneladas.
El presidente Chávez ha reconocido que sólo han podido distribuir 191.000 toneladas. Pero Aguiar califica de “grave” el hecho de que las 448.000 toneladas restantes “porque no supieron hacerlo, no tuvieron capacidad o se perdieron en medio del desorden la desidia y la corrupción”.
Según Aguiar, el informe oficial refiere que ante la evidencia de no poder siquiera descargar mucha de esa mercancía en puertos, por el desorden que impera en ellos desde que se los quitaron a las gobernaciones para entregarlos a la compañía cubano-venezolana llamada “Boli-Puertos”, ordenaron desviar muchos de esos barcos hacia Cuba. “Entre finales de 2008 y el 2009, Pdval envío a la isla 68.800 toneladas métricas de alimentos, equivalentes a 2.750 contenedores aproximadamente por concepto de ayuda humanitaria”.
[jueves, julio 01, 2010
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