Una voz disidente que con valentía denuncia los abusos del poder en Cuba, una ciudadana que usa la galaxia 2.0 para exigir derechos que el Estado no le garantiza son parte del espíritu que alienta las entradas del blog Generación Y que ahora aparecen publicadas en el libro Cuba Libre.
Algunos dejaron de pronunciar su nombre y marcaron distancia desde el día en que el gobierno cubano hizo foco en su blog, bloqueado en los servidores internos de la isla desde 2008. Sin embargo, para ese momento la noticia de una mujer que abanderaba la disidencia desde la mismísima Habana, publicando su nombre y carnet de identidad, había corrido por buena parte del mundo.
La página, llamada Generación Y como un guiño a quienes nacieron entre los setenta y los ochenta, cumplió tres años en abril pasado, un tiempo en el que Cuba vivió las horas confusas de la presunta muerte de Fidel Castro, la toma de poder de su hermano menor, las computadoras y electrodomésticos legalizados, el concierto de Juanes, la muerte de Orlando Zapata Tamayo y el miedo contenido, otra vez.
La ascendencia española de Yoani Sánchez prevaleció en el tiempo hasta llegar a su blanquísima piel que aprovechaba en los primeros días de Generación Y para hacerse pasar por extranjera en los hoteles de La Habana. Así compraba unos minutos de acceso al mundo a través de internet.
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email FacebookRSSSus ovarios, dice, también la han salvado en un país machista donde preferían intimidar a su esposo, o al menos fue así hasta el momento en que escribió la introducción de Cuba Libre (Debate) en octubre de 2009. Apenas un mes después presuntamente sufrió un secuestro de 25 minutos en los que agentes de las fuerzas de represión gubernamental la golpearon y amenazaron. Un episodio similar se repetiría a comienzos del 2010, pero a Yoani apenas se le quiebra la voz cuando lo recuerda; este tiempo le ha cambiado el semblante, le ha exorcizado muchos miedos.
El libro Cuba Libre es un fiel testimonio de esa transformación, pues recoge todas las entradas de Generación Y desde el 4 de abril de 2007 hasta el 11 de octubre de 2009, narraciones de una isla que se sigue quitando futuro y parece estar tan ansiosa como inmovilizada ante el cambio que Yoani, como otros, ven venir. En lugar de hacer oposición ramplona a un régimen, en Generación Y esta mujer ha reflexionado sobre un país, alejándose, además, de la disidencia cubana que habita otras fronteras.
Su camino no ha sido la violencia ni el maniqueísmo sino la exposición certera y aguda del país que ella, una ciudadana que camina todos los días por las calles rotas de la ciudad, quisiera tener para su hijo, motor silente de lo que hace. Y luego de tantos premios y visitas no cabe duda de que algo le salió bien.
A pesar de las accidentadas líneas telefónicas, Yoani conversó durante un par de horas mientras La Habana y Caracas amanecían nubladas.
Yoani, frente a las distintas opiniones que hay sobre tu figura y la manera en que te has posicionado internacionalmente me gustaría saber tu versión, tu línea del tiempo de estos tres años. Se habla de que eres una marioneta de intereses empresariales, una creación de tal o cual gobierno, pero lo cierto es que tu ascenso ha sido tan rápido que quizás no nos hemos podido preguntar por qué ¿Por qué tú y no otro?
Desde que soy niña he escuchado que el gobierno cubano utiliza el calificativo de fabricado, de financiado por el imperio a todo aquel que desarrolla un proyecto paralelo, crítico y diferente al discurso oficial, de manera tal que escuchar esos insultos y sufrirlos en mi propia piel sólo se trata de confirmar que el gobierno cubano no sabe cómo tratar la diferencia si no es a través del insulto.
Aunque muchas personas insisten en que la popularidad del blog y la mía se debe a que soy algo fabricado, yo, personalmente, confío mucho en los lectores y no creo que una nota de prensa ni la excesiva propaganda en un sitio puede persuadir a los lectores. Pienso que la gente llega, lee, saca sus propias conclusiones y si no le gusta, se va. La audiencia en internet no se puede comprar ni simular, la oferta es demasiado grande como para pensar eso. El fenómeno de Generación Y se produjo por muchos elementos. En primer lugar, aunque hoy en día existen muchos blogs alternativos dentro de Cuba, cuando yo comencé era prácticamente pionera en el hecho de dar nombre, número de carnet y emitir una opinión diferente a los medios oficiales, siendo ciudadana de La Habana.
También está el hecho de pertenecer a una generación que se ha pronunciado muy poco porque ha tenido que elegir entre el silencio y la emigración. Otro factor es que soy mujer, algo importante en un país machista donde los hombres llevan el timón de la nación desde siempre. También utilizo un lenguaje moderado, ajeno a la violencia verbal, que a veces linda con lo poético y es profundamente emotivo, creo que también es un elemento que invita a los lectores a quedarse.
Y, sobre todo, la simpatía o antipatía que pueden generar mis opiniones, porque mi sitio, más que el diario personal de una ciudadana cubana que se pregunta cada día por qué el país donde vive no se parece al que le prometieron, es una plaza pública de discusión donde cualquiera puede decir lo que quiera, criticarme o apoyarme. Eso, generar un espacio de reflexión que no tenemos en la vida real, es muy importante.
Más allá de que entiendo, comparto y aplaudo cada uno de esos factores, existe también mucho de azar, ¿no? Tu blog recibe 14 millones de visitas en sus meses más movidos, ha sido premiado como pocos en el mundo… Esto que dices podría explicar un blog exitoso, pero no un fenómeno como Generación Y
Sin lugar a dudas, de hecho hace poco escribí un pequeño texto que se llama así, “El azar”, donde explico que mi vida ha estado marcada por la coyuntura de que empecé a escribir en el momento en que se hacía el traspaso de poder entre el hermano mayor y el hermano menor, un país heredado por vía sanguínea.
La gente estaba muy atenta a lo que estaba pasando con la opinión ciudadana para el momento en que comienza el raulismo, pero a eso hay que añadirle la permanente intención del gobierno a satanizarme y amenazarme, el haber bloqueado mi blog dentro del país desde 2008, los insultos que me…
(se cae la llamada)
A alguien no le debe gustar mucho que digas estas cosas, Yoani.
Bueno, así es la comunicación por aquí.
Hablábamos de los ataques del gobierno durante este tiempo
Aló… aló… no oigo nada.
(se cae la llamada)
“Lapidacion [sic] social, difamacion [sic] y satanizacion [sic] son los métodos contra las voces criticas [sic]. Tengo dudas de si podre [sic] sobrevivir a todo esto”. Ese es un tweet del 23 de abril, algo muy duro que me hace pensar en qué tan hondo ha sido el cambio en tu vida a partir del éxito de Generación Y. Dices que eres una ciudadana más, opinando de las cosas que le pasan, pero a ti te leen millones de personas y abanderas algo muy importante dentro de la isla ¿No crees que cada vez tienes menos posibilidades de ser falible?
(se cae la llamada)
Espero que hayas escuchado la pregunta.
Sí. Bueno, te imaginarás que al comenzar esto no tenía la menor idea de que todo alcanzaría estas proporciones. Lo lancé como una botella al mar y de repente me di cuenta de que miles de personas accedían a mi página y eso me hizo ser cada vez más responsable con mis palabras, darme cuenta de que estoy escribiendo para un grupo de lectores donde puede haberse instalado el resentimiento y la crispación, por lo que he tomado como política y principio no alimentar eso, no hacer del ataque una condición básica de mi escritura.
Cada vez que recibo un galardón o me encuentro a alguien en la calle que me susurra: “Te leo, resiste”, siento algo gratificante, pero la carga se hace más y más pesada, pero estoy manejando la palabra en un país donde durante muchos años se ha subestimado, se ha solapado por el grito, el insulto y la consigna política.
Eso por un lado. Por otro te digo que me ha dado mucha responsabilidad con los nuevos bloggers cubanos, ayudar a la gente que quiere ser parte del ciberespacio. Además, cada día que pasa quiero que la Yoani real se parezca más a la Yoani virtual, que siempre va unos pasos más adelante en cuando a liberación personal, y poco a poco este ser humano que está acá trata de acercarse a ese espacio de liberación.
En ese sentido el blog no ha perdido la razón de ser de sus primeros días.
Sin lugar a dudas. El blog sigue siendo el lugar para exorcizar mis demonios y mis miedos a la apatía y a la inercia ciudadana, una manera de controlar la paranoia y la desconfianza en la que vivimos. Lo que ha pasado ahora es que muchas personas comparten mis demonios y me he dado cuenta de que existe una especie de club de cubanos anónimos que queremos lo mismo: una Cuba plural.
El 15 de abril twitteaste: “Agradezco a un amigo que transcribió todos los últimos tweets que le dicté. Algunos errorcillos ortográficos, pero la información salió”. Relacionado con esta colaboración de los cubanos anónimos, ¿Cómo es el proceso de publicación, ya sea en tu blog o en Twitter, dentro de un país donde el acceso a internet está limitado y dices ser perseguida?
He dicho que me considero una bloguera a ciegas que con los mínimos recursos ha logrado potenciar su voz en el espectro virtual, por eso el mecanismo de publicación es difícil de entender para las personas que tienen acceso ilimitado a la red. Yo escribo varios textos en casa y los acumulo, de ahí que mis crónicas no suelen tener la inmediatez de la noticia sino la reflexión que da el tener días de diferencias con respecto a los hechos, entonces estos textos los pongo en mi memory flash (en Venezuela, pendrive) y voy a un hotel.
Desde marzo de 2008 el gobierno implementó un filtro electrónico que bloquea Generación Y desde los servidores locales, de manera tal que si trato de conectarme desde un sitio público no tengo acceso y eso me ha anulado la posibilidad de mantenerlo por mí misma. Afortunadamente cuando hicieron eso con la página ya había una comunidad de comentaristas y amigos que me estaban ayudando mucho, por lo que ellos mismo me han ido ayudando a colocar los posts.
Les envío varios al mismo tiempo vía mail y ellos mismos los van dosificando al publicar algo cada dos días, de manera tal que da la impresión que estoy allí, aunque pueda llevar una semana sin conectarme. Otra cosa es Twitter, que estoy usando desde agosto del año pasado a través de SMS desde mi teléfono móvil, que es un servicio muy primario de Twitter, de manera tal que puedo publicar aunque no pueda leer los comentarios, mensajes directos ni menciones; es twittear a ciegas.
También acumulo tweets reflexivos que puedo enviar como una ráfaga desde el mail cuando me conecto una vez a la semana. Cada vez que ocurre eso significa que he logrado conectarme a internet por unos minutos.
Algunos insisten en que te han visto conectándote a hoteles pagando altos precios, equivalentes a una tercera parte del salario promedio cubano… ¿Aló?
(se cae la llamada)
¡Yoani!
Oye, que agonía.
Bueno, te hablaba del alto costo que tiene conectarse a internet desde un hotel, ¿Cómo es posible?
Ningún cubano de a pie, como yo, tiene la posibilidad de una conexión doméstica, que es privilegio de altos funcionarios y personas muy fieles al gobierno, de manera que si alguien tiene el deseo de publicar por internet puede seguir tres caminos: conectarse a un hotel, donde los precios son prohibitivos, comprar una cuenta ilegal a internet en el mercado negro, que no podría hacerlo porque soy una persona muy vigilada y de inmediato iría a prisión por un delito común y no por decir lo que pienso, y la tercera opción es hacerlo desde algunas embajadas.
Yo he preferido ser autónoma, de manera que ser maestra de español freelance para extranjeros y los artículos que publico para otros periódicos del mundo me dan una autonomía económica que utilizo para pagarme una hora a la semana de acceso a internet en algún hotel. Me encantaría tener 24 horas de acceso desde la casa, pero no es posible, por eso lo hago desde un hotel no es un exceso ni un lujo sino la única posibilidad para publicar.
En cualquier caso no termino de entender cómo un hosting supuestamente pequeño puede alojar 14 millones de visitas ni tener casi una veintena de traducciones.
Mi blog es una prueba de todo lo que puede hacer la ciudadanía si se une. Normalmente los gobiernos subestiman a los ciudadanos, creen que estos pequeños y minúsculos individuos no pueden reunirse alrededor de una idea y hacer de esa idea algo grande. Ellos sólo creen en otros gobiernos, en centrales de inteligencia de otro país, y un fenómeno como la ciudadanía autónoma es aterrador para ellos. Eso lo he vivido con mi blog, porque inmediatamente recibí mails de voluntarios ofreciéndome traducir los textos, así que se estableció una comunidad organizada de manera horizontal, que no tiene jerarquía y donde yo no soy jefa ni nada.
En ese sentido el blog es autónomo y se basa en la confianza ciudadana entre personas que no se conocen pero tienen deseos comunes de libertad de expresión. De este modo cada uno de los traductores se siente el editor de su propio espacio virtual y eso me ha dado la prueba de que así deben estructurarse los proyectos ciudadanos.
Ya lo decías el 16 de febrero en Twitter: “Estoy harta de supuestos iluminados que salvarán a la patria. Los pequeños individuos traerán soluciones perdurables y menos personalistas”
Pienso que esa estela del mesías, esa ansia del caudillo, ha hecho muchísimo daño en la historia de América Latina, por eso mi tesis estuvo enfocada en ese tema, de manera que conozco a los caudillos, sátrapas y supuestos iluminados que se hacen con el poder. Creo que mi blog es lo que se puede hacer desde la pequeñez, la posibilidad que tienen las diminutas hormigas de hacer algo importante. En definitiva, no debemos esperar héroes sino ciudadanos empoderados y conscientes de que son ellos quienes deben mover el país, que digan: “Aquí estamos nosotros y no pueden pasarnos por encima”.
El 17 de febrero twitteaste: “En apenas 4 meses la twitósfera alternativa cubana ha crecido de cero a casi una docena de usuarios. Parece poco, pero para mí es increíble”. ¿En cuánto se ubica esa twitósfera ahora?
Los alternativos somos una veintena, porque ahora el gobierno también se ha lanzado en una carrera por el Twitter, aunque resulta que los lectores prefieren los alternativos, que son autónomos y libres. Parece minúsculo, pero no te puedes imaginas la cantidad de acontecimientos que hemos podido narrar con inmediatez, noticias de las que hemos tenido primicias porque antes la prensa oficial era el que debía anunciar algo, si no, no existía. Creo que estamos marcando el paso y así también ayudamos a corresponsales extranjeros.
Pero esta información de la que hablas, ¿es leída por el pueblo cubana o está pensada sólo en el público extranjero?
Nosotros vivimos en una isla con un monopolio informativo, por lo que es casi imposible vencer esa realidad y tener difusión masiva. Masiva es la telenovela brasileña que se pone en el canal estelar tres veces a la semana, fuera de eso no hay posibilidad de disentir en los grandes medios. Ahora, del mismo modo en que tenemos un mercado negro para comprar huevos y leche tenemos un mercado underground virtual donde circulan nuestros blogs.
También distribuimos versiones offline de nuestros contenidos y es increíble el deseo de la gente por acceder a las copias más actualizadas y siento que estamos llegando a los actores de opinión. Llegar a todo el mundo es casi imposible, pero esto no es un fenómeno puertas afuera ni un fenómeno para un público foráneo, sino que está influyendo en la comunidad cubana como un virus.
Aquí tengo otro tweet, también del 15 de abril: “No acaban de entender que si hablan mal de un blogger lo onico [sic] que logran es aumentar los hits en su sitio y su presencia en Google”
(se cae la llamada)
Confieso que no esperaba un escenario distinto.
Sí… te oigo otra vez.
Te quería preguntar por la incapacidad del gobierno cubano para utilizar efectivamente internet.
El asunto es que a los autoritarios se les dan muy mal los terrenos libres y parece que en la red de redes se embotan, no saben cómo actuar. El fenómeno blogger en Cuba nació marcado por un signo contestatario y aunque ahora el gobierno trate de usar internet para reproducir noticias y hagan pequeños cambios estratégicos para tener presencia en Google, como mover comas o colocar mi nombre al lado del de una terrorista, lo cierto es que la blogósfera cubana tiene naturaleza alternativa y crítica. Los lectores son muy inteligentes y se dan cuenta, así que al ver insultos contra los alternativos, intentos de satanizar y denigrar, entienden de inmediato que el lado oficial es el lugar de los insultos. Nosotros sólo tratamos de narrar lo que pasa, mal que bien, sin dogma alguno.
Escribiste el 30 de abril: “Antes no nos enterábamos de lo que ocurría a nuestro lado, ahora no hay manera de evitar que lo sepamos”. Ya que hablas de una sociedad cubana cada vez más informada, quisiera saber cómo has percibido ese cambio de una Cuba dependiente de fuentes de información oficiales a una Cuba con mayores, aunque precarias, alternativas
Lo estamos viviendo con un verdadero vértigo, la verdad, por ejemplo, con la muerte de Orlando Zapata Tamayo se desencadenó un verdadero alud de información y en apenas un mes el espectro informativo de la isla cambió. Nos estamos enterando a través de sms de muchas cosas y así las cosas se van reproduciendo, porque así somos, como un estornudo.
Otro fenómeno creciente es el de las parabólicas ilegales, que siguen reproduciéndose en las casas a pesar de los grandes riesgos que implican. La gente recibe programación desde Miami, desde México, y copian eso en cd’s para luego distribuirlo de manera gratuita o alquilarlo en redes que están muy establecidas y nos permiten saber qué ocurre más allá de la isla. La información está haciendo metástasis en una sociedad que hasta hace un par de años estaba sumamente controlada, por eso me gusta pensar que a este muro le han salido poros, grietas, túneles que discurren por abajo.
¿Temes que tarde o temprano el gobierno pueda reparar ese muro? ¿Utilizar algo de mastique, al menos?
No, no creo que eso ocurra, me considero optimista en ese punto. A ver, ¿cómo se detiene a un blogger? Nosotros hemos ayudado a hacer un blog llamado Voces tras las rejas, hecho por políticos que están tras las rejas por disentir ¿Cómo se hace? Bueno, esas personas llaman desde la cárcel a otras personas, dictan sus textos y cuando uno logra conectarse a internet actualiza la página. ¿Le quitas la computadora? Pues escribirán a mano y algún día podrán enviar el papel con un amigo que viaje o se conecte. ¿Le quitas el teléfono móvil? Pues utilizarás el teléfono de línea de algún lugar. ¿Lo metes en la cárcel? Algún día tendrás que permitirle llamar a un familiar y ahí dictará lo que quiera decir. Es un fenómeno muy escurridizo y difícil de controlar al que no le veo ningún final. Ellos intentan pararlo con los mismo métodos arcaicos y viejos, difamando y satanizando, pero la ya gente no les cree.
A partir de Generación Y personas de muchos países parecen haberse comprometido más con la constitución de una democracia cubana.
Escuchar críticas hechas por ciudadanos que viven en Cuba ha sido un elemento muy importante, gente que haga contrapeso a esa idea de que esta isla utópica existía cuando no es así. Esta es la isla de la paranoia, del miedo, de la frustración personal, de la represión política, de la penalización a la diferencia y oírlo decir a los que vivimos aquí ha sido fundamental dentro del cambio que ha habido durante los últimos meses en la opinión pública internacional. Por primera vez leen el diario de gente que grita “no puedo más”.
Yoani, internet nos brinda oportunidades de comunicación inmensas, pero nunca había sido tan fácil mal informar. Hay un problema de validación dramático y te lo digo porque tú misma estuviste en medio de un desagradable episodio el 6 de noviembre en el que te pusieron en tela de juicio porque no creyeron la presunta golpiza que te propinaron ¿Cómo entiendes esta subjetividad? Porque es sencillísimo que hoy escribas algo falso, 500.000 personas te leen y mañana hay una matriz de opinión generada y probablemente difundida
Internet tiene nuestras luces y nuestras sombras, es un amplificador de la condición humana. Es imposible deslindarlo de la mentira y la falsificación. Ahora bien, hay una gran diferencia entre un blog y una agencia de noticias, porque en un blog el individuo puede decir lo que quiera; luego los lectores le creerán o no. En el caso del incidente del 6 de noviembre lo que más me dolió fue precisamente que muchos dudaran de mí, me lastimó más que el dolor físico, porque es muy difícil para la víctima presentar pruebas de una golpiza porque esta gente es profesional y te quitan todo, distinto a lo que ocurrió el 24 de febrero, cuando pude grabar el audio con mi móvil. Las amenazas existen y aunque la verdad es un compromiso siempre dejo claro que mi visión es subjetiva, no me concentro en el qué sino en el por qué.
Y en medio de la importancia que has ganado, Yoani, ¿de verdad sigues sintiendo que eres tan independiente como en el primer día? ¿No has tenido presiones para decir determinadas cosas? ¿Luego de tres años no ha habido un cambio en ese sentido?
Mi escritura es un ejercicio de libertad y lo que ha habido es un descubrimiento de preguntas que venía haciéndome durante 30 años y que hasta el día de hoy es que comienzo a entender. Al principio, con el miedo, no me atrevía a hacerlas, pero cada día me acerco más a lo que creo y pienso que los lectores pueden ver esa evolución de la Yoani más tímida a la Yoani más desinhibida y reflexiva, que para eso puede servir muy bien el libro.
Eso sí, nunca he aceptado que alguien me dicte una línea, jamás ha dejado de ser un diario personal porque no soy especialista, ni analista ni académica. En cualquier caso puedo convivir con cualquier tipo de criterio frente a mi obra, sean opiniones buenas o directamente críticas, como estas que tú me has dado, por lo que yo puedo vivir en un mundo donde se diga cualquier cosa de Yoani Sánchez, lo que pasa es que esas personas no pueden convivir conmigo. Hay un grupo de ciudadanos que necesitamos un espacio donde quepamos todo y otro grupo que sólo piensa en la exclusión.
Dices esto y uno, como venezolano, no puede ser inmune. Creo que sabes por qué te lo digo ya que estás muy informada de lo que ocurre en Venezuela.
La estigmatización es la parte más benévola de lo que le puede pasar a un individuo que se atreve a cruzar la línea roja. El golpe, el arresto, la amenaza, la violencia física y verbal… aquí se dan todos los tonos posibles de la penalización al que piensa diferente, pero en el fondo creo que la vida pone todo en su lugar: los que gritan no tienen argumentos, los que excluyen, los que buscan el odio entre los conciudadanos quedan en evidencia tarde o temprano como incapaces a la hora de crear una nación amplia, como verdaderamente quería (José) Martí. El insulto pasa; la verdad, predomina. Esta es una Cuba contestataria y crítica al gobierno, no porque yo lo escriba, sino porque es así.
Es casi ridícula esta pregunta, pero te escucho con ese convencimiento y no puedo dejar de pedir tu impresión de ¿Por qué no hay una fuerza movilizadora definitoria, más allá de los avances con bemoles que ha habido este año? ¿Qué falta?
Algo está cambiando, el ciclo de silencio ha terminado y la gente no se queda callada, eso es fundamental. Este Estado monopolizador no permite que la opinión popular tenga la fuerza necesaria, ¿Cómo conocerla si los disidentes no pueden tener ni un minuto en radio o televisión? Si hubiera un programa de cinco minutos a las dos de la madrugada en la televisión, dedicado a los inconformes, te garantizo que sería el más visto de Cuba. Por otro lado está el miedo que atenaza y se hereda, personas que aún no han abierto los ojos y ya nacen con miedo.
Además, añádele la emigración; se nos van los más jóvenes, atrevidos y revolucionarios, en el mejor sentido de la palabra, y la consecuencia directa es que aquí se quedan sólo los más conformes. Claro, no puedo dejar de mencionar el poderío militar, que reprime permanentemente al pueblo cubano y es terrible la sensación de que ese que está a tu lado puede ser un delator.
Este es un pueblo amordazado, pero la larga crisis económica, la gestión de Raúl Castro, la frustración de saber que una persona de 30 años no podrá tener un techo propio, la frustración de un salario que no alcanza para nada nos está llevando a un punto de catarsis. El temor de muchos, como yo, es que puede llegar la fractura social y con ella una ola de violencia, pero ojalá el pueblo cubano se ilumine y actúe con sabiduría, sin embargo todo apunta a que forzarán esto hasta el final.
El 12 de mayo escribías: “La máscara ha caído. Pocos ven ya el rostro dulce de la utopía donde hace décadas sólo está el rictus del autoritarismo y el control”
No lo dudo porque además lo estoy viviendo y veo señales que antes no existían, como el desgaste del discurso político y cómo comienzan a elevarse voces dentro de las instituciones, personas que estaban alineadas con la posición oficial y de pronto empiezan a señalar lo que no les gusta. Yo pienso que eso es muy sintomático, además del olfato perenne de los oportunistas, que otean en el horizonte, saben lo que vienen e intentan tomar posición anticipándose al futuro. Y yo los veo.
Los oportunistas me palpan el hombro y me dicen “te leemos”, los oportunistas me guiñan un ojo y eso para mí es una señal de que algo va a cambiar. Además, nunca habían estado tan envejecidos, no sólo físicamente sino en su capacidad de crear consignas. Hay una realidad biológica que es como una piedra: van a morir, ¿No? Como Saturno se han comido a sus hijos, a los que podían ser su relevo, y ahora Saturno está en la autofagia, devorando sus propios intestinos.
¿Y hay una fuerza de renovación suficientemente grande? El tiempo, tanto tiempo, adormece, cultiva estúpidos.
La decisión de qué rumbo tomará el país debe venir dada por un debate nacional, por un bombardeo de ideas donde las personas que han guardado proyectos económicos y políticos en sus gavetas por temor a mostrarlos finalmente tengan la oportunidad de exponerlos.
Ese es un proceso en el que deberíamos estar ya, porque cada día que pasa el futuro se compromete; el futuro queda endeudado con la lentitud de nuestro presente. Debemos refundarnos con base en la tolerancia y la inclusión, pero eso no lo veo ahora mismo, aunque me considero una optimista no lo veo ocurriendo mañana porque seguimos arrastrando vicios y permanece el miedo de que venga otro tirano que extienda nuestra agonía, pero ahora en dirección contraria.
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