Las últimas detenciones sitúan a esta democracia por encima de China e Irán
Turquía ha alcanzado el dudoso honor de ser el país con mayor número de periodistas en prisión: cincuenta y siete, según el Instituto Internacional de Prensa (y tal vez más: hasta sesenta y ocho, de acuerdo con el Sindicato de Periodistas de Turquía). Un puesto que, hasta hace unas pocas semanas, correspondía a China e Irán. Pero Turquía, a diferencia de los anteriores, es una democracia. Y aspira a entrar en la Unión Europea.
«Estamos seriamente preocupados sobre la libertad de prensa en Turquía. La violencia y el maltrato contra los periodistas ha aumentado. Hay unos dos mil procesos judiciales abiertos contra informadores», indicó el miércoles Jean François Juillard, secretario general de Reporteros Sin Fronteras (RSF), que esta semana ha visitado el país. La ambigua legislación turca, junto al abuso de la prisión preventiva, facilitan el encarcelamiento de periodistas por delitos como «colaboración con el terrorismo» o «insultos a la nación turca». Ya el año pasado, Turquía estaba en el preocupante puesto 138, de 178, en el índice de libertad de prensa de RSF. Pero el pasado marzo, una oleada de arrestos de informadores hizo saltar todas las alarmas.
Organización «golpista»
El caso de los periodistas de investigación Nedim Sener y Ahmet Sik parece especialmente claro: ambos han sido formalmente acusados de formar parte de una organización golpista llamada Ergenekon, si bien numerosos indicios apuntan a una probable represalia por su trabajo. El último libro de Sik incluso fue secuestrado judicialmente antes de su publicación. Bajo el título «El ejército del imán», esa obra denunciaba la presunta infiltración en los mandos de la policía de miembros de la cofradía religiosa de Fetullah Gülen, un poderoso movimiento islamista moderado cuyo líder vive exiliado en Estados Unidos.
«El objetivo de este proceso es restringir la libertad de expresión, intimidar a la prensa», asegura el periodista Ragip Duran, portavoz del Grupo de Amigos de los reporteros detenidos durante un encuentro de solidaridad al que acude ABC. «En el pasado, durante la dictadura, nos vimos obligados a celebrar muchas reuniones de este tipo. En este país, tradicionalmente, los periodistas no solo cubren noticias, también son asesinados, heridos, juzgados y encarcelados», dice Duran.
0 comentarios
Publicar un comentario