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                        COMUNICADO DE PRENSA


La SIP insiste en denunciar a Hugo Chávez en su intento por adueñarse de televisora independiente Globovisión

Miami (23 de julio de 2010) – En momentos en que la agenda política y la opinión pública internacionales están enfocadas en el rompimiento de las relaciones entre Venezuela y Colombia decretada ayer por el presidente Hugo Chávez, la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) insiste en que los organismos multilaterales, así como las instituciones defensoras de la libertad de expresión y los derechos humanos, no pueden desviar su atención sobre el inminente peligro que implica para la libertad de prensa
 
El titular de la SIP, Alejandro Aguirre, calificó de “inaudita, torpe y malévola” la maniobra del presidente Chávez por controlar la única televisora crítica, a través de la imposición y reemplazo de socios en la estructura accionaria del medio. Dijo que  la estrategia del gobierno “no es otra que ocupar con impunidad legal y judicial a un medio que no pudo doblegar como lo hizo con otros, a los que cerró impunemente”, recordando el cierre de RCTV en 2007, así como canales de televisión y docenas de radios clausuradas a principios de este año.
Aguirre agregó que “nadie, ni los organismos multilaterales como la OEA, el UNASUR  o la ONU,  ni nuestras organizaciones colegas, pueden distraerse con todas las demás noticias que genera Chávez; a las que aprovecha para sorprender con medidas - como la posible intervención de Globovisión - que pueden tener consecuencias irreversibles y catastróficas para la democracia”.
En ese sentido, la SIP dio como marco de referencia a las elecciones de setiembre próximo en Venezuela, ante las cuales el gobierno de Chávez sigue condicionando la libertad de expresión, encarcelando a disidentes, acosando judicialmente a opositores, amenazando de cerrar a medios como la televisora católica Vale TV, seguir ahogando económicamente a los periódicos y persiguiendo a periodistas, como el caso de Guillermo Zuloaga, presidente de Globovisión, quien está buscando ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, la justicia que se le niega en su país.
Aguirre, luego de repasar con otras autoridades de la SIP, los atropellos que Chávez cometió durante una “década negra” para la libertad de prensa en el país, dijo que “todos, en la comunidad internacional, deberemos hacernos responsables si se permite que se conculque el derecho de Globovisión a existir como una empresa periodística independiente, ya que estaremos dejando que la democracia se siga esfumando”.
Más allá de los ataques y agresiones directas a las que estuvieron y están sometidos los periodistas y medios de comunicación en Venezuela, la SIP siempre ha reclamado por la construcción de un torpe andamiaje legal – como la reforma constitucional que especifica que la información debe ser veraz y responsable, la “ley mordaza” o de Responsabilidad Social, los decretos que permiten la propaganda presidencial, la orden a funcionarios a no ofrecer información oficial, a los medios, entre otras – que le ha permitido a Chávez disimular sus ataques, justificándose sarcásticamente en su apego a las leyes, construidas para amordazar a la prensa.
Aguirre, subdirector del Diario Las Américas, con sede en Miami, recordó que en un mundo tan globalizado, ningún gobierno se puede preciar de auténticamente democrático cuando expulsa o no permite que organizaciones de derechos humanos, como Human Rights Watch o la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, puedan visitar el país.
Respecto al anuncio del presidente Chávez de cómo quedaría modificado el paquete accionario de Globovisión, y de que entrometería como representante del gobierno al conductor de un programa televisivo que se mofa de los periodistas y de quienes tienen opiniones divergentes al gobierno, la SIP lo consideró una “estrategia burlona” sobre un tema trascendente para la democracia venezolana.
Chávez anunció que el gobierno pasará a controlar el 45.8 por ciento de las acciones sumando las que pertenecían al accionista de Globovisión, Nelson Mezerhane, presidente del Banco Federal, intervenido en junio pasado; otro 5.8 por ciento perteneciente a otra empresa y un 20 por ciento en propiedad de Luis Teófilo Núñez, quien falleció en 2007.
La SIP, sin embargo aclara, de acuerdo a información consultada con Globovisión:
Que las acciones de Globovisión pertenecen a Corpomedios GV Inversiones S.A., titular de la concesión o licencia de la onda televisiva, cuyas acciones pertenecen a: 20 por ciento a Sandicato Avila C.A., propiedad de Nelson Merzerhane Gosen; 20 por ciento a DNS Inversiones C.A., propiedad de Daniela Núñez Scanonne, quien las recibe de su padre en vida, Luis Teófilo Núñez, representación que ejerce Carlos Zuloaga Siso; y el 60 por ciento a Unitel de Venezuela C.A., acciones distribuidas nominalmente entre Guillermo Zuloaga Núñez (74.5 por ciento), Alberto Federico Ravel (17 por ciento) y la persona jurídica Sindicato Avila, 8.5 por ciento).
El control accionario mayoritario sobre Corpomedios GV Inversiones lo tiene Guillermo Zuloaga Núñez, mientras que para las deliberaciones y decisiones de su asamblea de accionistas se requiere la presencia y manifestación de voluntad por un 65% de capital accionario, por lo que en ese caso resulta imposible que el gobierno pueda decidir imponer un representante en la junta directiva del canal o interferir en su línea editorial.
La SIP es una entidad sin fines de lucro dedicada a la defensa y promoción de la libertad de prensa y de expresión en las Américas. Está compuesta por más de 1.300 publicaciones del hemisferio occidental; y tiene sede en Miami, Estados Unidos. Para mayor información, por favor, visite http://www.sipiapa.org 

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