Sonia Camacho Coordinadora Mujeres de Negro |
Mujeres de Negro, es una organización no-gubernamental dedicada a promover y velar por la defensa y respeto de los derechos humanos, constituimos una plataforma de lucha para su concientización y apoyo a favor de la libertad mediante la protesta pacífica. No portamos armas, no agredimos a nadie, ni nos asociamos con organismos de índole político-partidista, policial o militar, nuestras únicas armas son nuestros ideales y la lengua.
La semana pasada, Sonia Camacho, fundadora de esta ONG, fue detenida, vejada y golpeada; también fue golpeada vilmente Tihani Pissani de Gómez, la esposa del Gral. Delfín Gómez Parra, y varios de los jóvenes de la Operación Libertad, a la que Mujeres de Negro se ha unido desde el inicio, cuando se sumó a la huelga de hambre en la OEA por la libertad de los prisioneros políticos.
Esta semana le tocó a otro grupo ya han visto ustedes las fotos del rostro de Lorent Saleh, quien no sólo fue aporreado de manera inhumana por un grupo de 20 funcionarios policiales, de paso fue detenida su madre Yamile por salir en su defensa y otra de las muchachas integrantes de Operación Libertad Marialvic Olivares.
Esta es otra de las historias de las arbitrariedades, excesos, brutalidad, denegación de justicia, violación del debido proceso y exclusión.
Los jóvenes han venido protestando por la extralimitación de los Jueces, quienes caprichosamente han manipulado leyes y procedimientos, denegando justicia, ignorando peticiones, negando beneficios y asistencia médica a los prisioneros políticos, hasta imponiendo un inconstitucional silencio.
¿Por qué la agresión, por qué el ensañamiento contra los prisioneros políticos y estas personas que por ellos protestan?
¿Por qué la impunidad de los funcionarios públicos que parecen tener licencia para maltratar a los ciudadanos sin ninguna clase de miramientos? Para muestra el indecente debate ayer en la AN donde la bancada oficialista pretendía, al igual que los “guerrilleros comunicacionales” justificar con todos los medios a su alcance, que son muchos, las consecuentes y reiteradas violaciones a los derechos humanos. Ya basta de quedarse guindados en el pasado para justificar los actuales atropellos.
La sola mención de la palabra libertad, la simple exigencia del respeto a nuestros derechos constituye un delito que merece un maltrato instantáneo, sin acusación ni juicio, sin defensa posible y sin otra sentencia que la que dicta la fuerza bruta de los funcionarios armados contra los ciudadanos.
¿Dónde está el Estado de Derecho? ¿Dónde está la Justicia? Les recuerdo a las Luisas que antes que militantes partidistas tienen obligaciones establecidas en la Constitución Nacional y demás leyes. Igualmente a la decorativa Gabriela Defensora del Pueblo, que si bien no es abogado debería tener una mejor asesoría legal relativa a las obligaciones propias al cargo que ocupa.
¿Dónde y cómo queda el cuento de la “humanización” de los procesos policiales para evitar daños o lesiones a los detenidos? Las autoridades, que debieran protegernos, se dedican a reprimir a la vista de todos, sin ninguna clase de disimulo, amparadas en la impunidad.
Cada día tenemos menos derechos. Cada día tenemos menos democracia.
Es un hecho público y notorio porque lo hemos visto en cadena nacional quien administra la justicia, condena sin juicio, estableciendo nuevas penas, mandando a echar gas del bueno y amenazando con su revolución armada.
Es preciso no olvidar que:
Tenemos alrededor de 30 presos o prisioneros políticos
En democracia no hay prisioneros o presos políticos.
Si hay represión brutal contra ciudadanos indefensos NO hay democracia
Si hay impunidad en el uso de la fuerza contra la ciudadanía NO hay democracia.
Si hay uso político de los tribunales NO hay democracia.
En nombre de Mujeres de Negro apelo a la dignidad, a la decencia y a la humanidad que queda aún en los venezolanos, en los miembros de la sociedad civil, en los miembros de la Fuerza Armada y entre los ciudadanos dignos y rectos que, estamos seguras, son mayoría en los cuerpos policiales y en los organismos del Estado.
Apelamos a todos para que se unan por todos los medios y de la manera más enérgica a esta protesta:
Porque los derechos humanos son de todos, sin distinción de ninguna clase. Cuando se violan los derechos de un ciudadano se están violando los de toda la ciudadanía.
Muchas gracias.
Sonia Guanipa
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